EXPERTICIA
Proponemos llamar experTICia a la
condición de una persona competente en las nuevas demandas de formación
originadas en la revolución de las TIC, demandas que deben ser atendidas por
cualquier sistema escolar de calidad contemporáneo.
La experTICia incluye unas
competencias relacionadas con el hardware y el software; otras relacionadas con
los contenidos de la información y las comunicaciones; y un tercer tipo que
enlaza las dos anteriores con capacidades intelectuales de orden superior.
Las primeras implican un
conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y la habilidad en el uso
de sus diversas herramientas.
Los conceptos fundamentales son
las bases sobre las que se construyen las TIC; el computador, las redes, los
sistemas de información, la representación digital o binaria de la información,
los modelos, el pensamiento algorítmico y
la programación son algunos de ellos [1]. Si las TIC no evolucionaran, el
conocimiento de estos conceptos sería innecesario; bastaría saber usar los
equipos y el software; pero las TIC cambian permanentemente y una buena
comprensión de sus fundamentos permite estar preparado para las innovaciones y
adaptarse rápidamente para aprovechar las nuevas oportunidades.
La lista de habilidades
requeridas en el uso del hardware y el software cambia frecuentemente, según
aparecen nuevos productos y nuevas aplicaciones. Entre las más importantes hoy,
tendríamos: instalación del computador, uso de las funciones básicas del sistema operativo, uso del procesador de texto, uso de un sistema de presentación multimedia, conexión a una red, uso de un navegador para buscar recursos en la Web, uso de sistemas de correo o de comunicación con otros [2], uso
de una hoja de cálculo, uso de un manejador de bases de datos, uso de cámaras digitales de fotografía y video, uso de algunos
servicios de la Web 2.0, etc.
El conocimiento de los conceptos
fundamentales de las TIC y las habilidades en el uso del hardware y del
software componen la primera parte de la experTICia. La segunda, está
relacionada con el uso y la producción de los contenidos de la información,
tanto en la Web como en los medios digitales en general.
Como se dijo antes, la mayoría de
los latinoamericanos se ha educado sin acceso a una cantidad siquiera
apreciable de fuentes de información y conocimiento: libros, revistas, diarios,
enciclopedias, etc. En la nueva realidad, el acceso a la Web con su inmensa
cantidad de recursos valiosos y, al mismo tiempo, de material inútil y basura,
exige el desarrollo de una primera competencia nueva: la de manejo de información (CMI);
que capacita al joven para definir el problema de información que enfrente,
escoger, ejecutar y refinar su estrategia de búsqueda, juzgar la validez de las
fuentes de la información obtenida y procesar esa información.
Además, ante la creciente
avalancha producida por la gran cantidad de medios y mensajes mediáticos a la
que está expuesto el ciudadano normal, se requiere el desarrollo de otra
competencia nueva: el Alfabetismo en Medios; se trata de la
comprensión de cómo se construyen los mensajes que contienen, para qué
propósitos, usando cuáles herramientas; se trata de aprender a examinar cómo
diferentes individuos interpretan los mensajes de manera diferente, cómo se
pueden incluir o excluir ciertos valores y puntos de vista, cómo los medios pueden
influir en creencias o comportamientos; se trata no solo de aprender a recibir
los mensajes críticamente, sino de aprender a producirlos y a emitirlos.
Tanto la CMI como el alfabetismo
en medios demandan una lectura y
una escritura diferentes a las tradicionales: son multimediales
(con sonido e imagen), son hipertextuales (con enlaces que permiten navegar
entre varios textos), son interactivas, contienen íconos e información gráfica;
implican, en fin, un nuevo alfabetismo.
Además, estas competencias
relacionadas con el uso y la producción de contenidos de información exigen una
comprensión de los asuntos éticos y legales implicados en el acceso a la
información y en su utilización, como el plagio y los derechos de autor.
La experTICia incluye un tercer
tipo de competencia que liga las TIC y las competencias hasta aquí enunciadas
con las capacidades intelectuales de
orden superior. Esta inclusión se manifestó, tal vez por primera vez, en el
informe “Being Fluent with Information
Technology” del Consejo
Nacional de Investigación de los Estados Unidos, en 1999. Ellos
incluyeron, entre otras, las que llaman razonamiento
sostenido, manejo de complejidad y
prueba de soluciones. Un informe más reciente, “Evaluación de las Competencias
del Siglo XXI: el panorama actual” (pdf, 460Kb), de junio de 2005 se
refiere a cómo países tan diversos como el Reino Unido, Finlandia, Singapur,
Israel y Corea del Sur están tratando la experTICia como una de las áreas de
competencia centrales en sus currículos nacionales y “artículos que emanan de
(sus) Ministerios de Educación y organizaciones aliadas trazan un enlace explícito entre las TIC y
capacidades intelectuales de orden superior”. Muy recientemente, los nuevos estándares de TIC para
estudiantes de los Estados Unidos, preparados por ISTE
incluyen entre otras “competencias
de creatividad, innovación, investigación, pensamiento crítico, solución de problemas, toma de decisiones”,
con el uso de herramientas y recursos digitales apropiados”.
Como se dijo antes, el desarrollo
de todas estas competencias que hacen parte de la experTICia, es ahora una
función crítica de cualquier sistema educativo de
calidad.
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